ERNESTO BOZZANO
EL PERIESPÍRITU
Y LOS MIEMBROS FANTASMAS
Carlos Bernardo Loureiro
Carlos Bernardo Loureiro
El profesor Ernesto Bozzano, en su libro "Desdoblamiento - Fenómenos de Bilocación",
se refiere a la idea de integridad en los amputados que experimentan la
sensación perfecta de la existencia de la parte del cuerpo que les fue
retirada.
En su obra, Bozzano invoca el testimonio de notables fisiólogos, entre los cuales figuran Weir Mitchell, Bernstein y Pitres, que así se manifestaron sobre este importante asunto:
“Las ilusiones de los amputados son un hecho normal;...”
En
efecto, para Piset, que realizó sus investigaciones con soldados de la
primera guerra, entre 450 amputados solamente 14 no presentaron el
fenómeno de miembro fantasma. La ilusión solamente faltaba en uno cada
30 casos. Casi siempre la ilusión sobrevenía luego de la cirugía;
incluso, algunas veces ocurría más tarde, pero siempre en un tiempo
bastante próximo.
El profesor William James, Psicólogo, investigó seriamente en ese campo llegando a notables y lúcidas conclusiones, que corroboran aquellas otras hasta entonces afirmadas.
El profesor William James, Psicólogo, investigó seriamente en ese campo llegando a notables y lúcidas conclusiones, que corroboran aquellas otras hasta entonces afirmadas.
El
profesor James, en sus trabajos, hace referencia a un trecho de una
obra del fisiólogo A. Valentim, según el cual se puede admitir que "las sensaciones de integridad” también existe en los casos de deformaciones congénitas de miembros, como por ejemplo:
"Cierta
joven de 15 años y un hombre de 40, los cuales sólo poseían una mano
normal, ya que la otra presentaba, en lugar de los dedos, ligeras
prominencias carnosas, sin huesos, y tenían la sensación precisa de
doblar los dedos inexistentes todas las veces que doblaban el muñón
informe”.
El profesor Bozzano fue aún más adelante en sus investigaciones sobre los "miembros fantasmas", añadiendo:
“Me resta, demostrar que se llegó también a obtener una fotografía del brazo fluídico de un amputado y eso gracias al magnetizador Alphonse Bouvier.
“Me resta, demostrar que se llegó también a obtener una fotografía del brazo fluídico de un amputado y eso gracias al magnetizador Alphonse Bouvier.
En
el ‘Journal du Magnétisme’, julio de 1917, Bouvier publicó la larga
relación sobre el modo por el cual llegó a fotografiar un miembro
amputado, relación ilustrada con un buen cliché donde aparece la sombra
fluídica de un brazo ausente’, y, diríamos, la presencia de la
ausencia”
En los libros: "Gestalt Psychology” (N. Y., 1950) de F. Katz, y "Phantoms in Patients with Leprosy and Elderly Digital Amputers" (N. Y., 1956), de P. Simmel, son relatados casos referentes a amputaciones normales y de miembros en los leprosos.
De
acuerdo con las observaciones de los investigadores, los pacientes,
después de la amputación de brazos y de piernas, comenzaron a constatar
la presencia de la parte amputada, llegando a moverla y a sentir
hormigueo en aquel lugar. Y aún más: la percepción puede durar, no sólo
largo tiempo, sino también toda la vida.
F. Katz, por su parte, afirma: "Si
una persona, con una pierna amputada, llega a una pared, ella parece
atravesarla... la ley de la impenetrabilidad de la materia juzgo que no
se aplica a este caso”.
Por otro lado, la declaración de P. Simmel no es menos valiosa, cuanto a comprobado la existencia del “periespíritu”: "después de mis experiencias con leprosos, verifiqué que la pérdida gradual de las partes del cuerpo por absorción, por ser lenta y demorada, no produce fantasmas, y lo más notable es que, en una amputación de restos de dedos y pies, estos se reproducen no como las partes que había, pero, sí, perfectas, esto es, como antes de la absorción”.
Por otro lado, la declaración de P. Simmel no es menos valiosa, cuanto a comprobado la existencia del “periespíritu”: "después de mis experiencias con leprosos, verifiqué que la pérdida gradual de las partes del cuerpo por absorción, por ser lenta y demorada, no produce fantasmas, y lo más notable es que, en una amputación de restos de dedos y pies, estos se reproducen no como las partes que había, pero, sí, perfectas, esto es, como antes de la absorción”.
Cuenta un hecho interesante: "(....)
cuando se despertó de la anestesia, procuró agarrarse el pié. La
sensación de existencia del miembro amputado persistía, y el paciente
olvidándose, intentó pisar y cayó. Decía más tarde, que podía movilizar
los dedos fantasmas.
No
teniendo en este punto nada más que agregar, a pesar de ser autoridades
en su especialidad, ciertos fenómenos escapan del dominio de su
raciocinio, ya que se colocan, apenas, al nivel de la materia tangible,
sensorial.
Más allá de las experiencias supracitadas, surgen otras más sorprendentes y que vienen a ratificar a este espírita que "las sensaciones, emociones e impulsos no se localizan en el cerebro, como quieren los fisiólogos y psicólogos, y, sí, en el Espíritu”.
En la obra "Espiritismo Dialéctico”
(1960), del pensador espírita argentino Manuel S. Porteiro, encontramos
hechos asombrosos para los psicólogos, mostrando, claramente, que los
individuos con lesiones graves, incluso en los centros nerviosos,
continúan comportándose naturalmente:
1) Caso presentado en la Academia de Ciencias de Paris por el Dr. Aguepin, el 24 de Marzo de 1945: "Después
de operar un soldado que había perdido enorme parte del hemisferio
cerebral izquierdo (sustancia cortical y blanca, núcleos centrales etc.
), comprobó que el mismo continuó con su comportamiento normal, a
despecho de las lesiones y pérdidas de circunvoluciones básicas para las
funciones esenciales”.
2) Tamto Lisboa, llamado el Lusitano, publicó, en su libro "Práctica Médica”, de finales del siglo XVI, el siguiente caso: "Un
niño de 10 años recibió un fuerte golpe en el cráneo, que cortó el
hueso y la membrana meníngea, con pérdida de masa encefálica.
Al
contrario de lo esperado, la herida cicatrizó. Tres años después, moría
hidrocéfalo. El cráneo fue abierto y, para espanto de los médicos, no
se encontró el cerebro: en su lugar había líquido. Ese hecho fue
considerado extraordinario, pues el niño vivió durante tres años en esta
situación con plenitud de sus facultades psíquicas”.
Para
explicar éste y otros casos análogos, los materialistas recurren a la
hipótesis del fisiólogo francés Pierre Flourens, según el cual un
hemisferio cerebral podrá suplir la falta de otro. Y qué dirán en cuanto
a la ausencia total de la masa encefálica? Ahí es que el materialismo
se ve obligado a ceder terreno a la Ciencia Espírita y, no sólo en esos
fenómenos, sino también en otros, estudiados por la Psicología de manera
carente o insatisfactoria, como, por ejemplo, la doble personalidad.
Con
el Espiritismo, se puede llegar a una conclusión: ir más allá e
interpretar lo inexorable, esto es porque la respuesta está en nosotros
mismos, en el conocimiento de la esencia del ser humano y de las partes
en que está compuesto.
Jornal Mundo Espírita” Octubre de 1998
“Traducción Dra. Claudia M. Maglio-Esteban
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
No hay comentarios:
Publicar un comentario